Una madre recién llegada a las nuevas tecnologías te llama por teléfono y te dice: "A ver, hija, he recibido tu mensaje de imeil y lo he leído, ¿Ahora cómo hago para responderte?".
Una madre recién llegada a las nuevas tecnologías te envía la respuesta a ese mensaje veinte veces ("Es que he dado una vez y no ha pasado nada"). Claro, y le da otras 19 por si acaso, a ver si va a ser que el mensaje no tiene fuerza suficiente para llegar por sí solo.
Una madre recién llegada a las nuevas tecnologías es la que, mientras compra un billete de tren por Internet, y a pesar de la indicación explícita en mitad de la pantalla de que no pulse ningún botón mientras se completa la operación, empieza a darle frenética al ratón ("Es que esto no va") y, cuando todo se va al garete por mor de su arrojada acción, dice "¡Miércoles!" (sí, sí, "miércoles", que hay hijos delante, aunque tengan ya 30 años y la carrera terminada hace largo).
Una madre recién llegada a las nuevas tecnologías, en fin, reenvía con entusiasmo todos los mensajes en cadena que van a parar a su buzón. Claro que las cadenas de mensajes que llegan a las madres no son calendarios de Brad Pitt en pecholobo o los últimos anuncios argentinos de Coca-cola, no. Las cadenas de mensajes de las madres suelen ser presentaciones de PowerPoint en las que, sobre una sucesión de cielos azulados esplendorosos y flores de genciana de vivos colores, aparecen frases como: "Un verdadero amigo te acepta tal cual eres, cree en ti, se entrega incondicionalmente, te mantiene cerca de su corazón..." etecé etecé. (Que les encantaaaa).
Extraido del BLOG:
Me voy a hacer las Américas
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