lunes, marzo 12, 2007

Bienvenidos a Holanda




A veces lo que llamamos dificultades, sólo son
realidades diferentes a las que esperábamos
o programamos. Y esas diferencias no dejan de ser
sorpresas. Pura vida!!!!


**Esperar un bebé es como planear un fabuloso viaje
de vacaciones a Italia: compras muchas guías
de turismo y haces unos planes maravillosos:
El Coliseo, el David de Miguel Ángel, las góndolas
de Venecia…
También puedes aprender algunas frases en italiano.
Todo es excitante.Después de meses de preparación,
finalmente llega el día:
Haces las maletas y estás nervioso.
Algunas horas después, en el avión, la azafata dice:
“Bienvenidos a Holanda” , “¿Holanda?” , preguntas.
“¿Cómo que Holanda? ¡Yo pagué para ir a Italia!
Toda mi vida he soñado con ir a Italia.”
Sin embargo,
ha habido un cambio en el plan de vuelo, el avión
ha aterrizado en Holanda y ahí te tienes que quedar.
Así que tienes que salir y comprar nuevas guías de
turismo,incluso tendrás que aprender un idioma nuevo.
Lo importante es que no te han llevado a un lugar
horrible.
Se trata, simplemente, de un lugar diferente.
Es más lento y menos deslumbrante que Italia.
Pero después de pasar allí algún tiempo
y de recuperar la respiración, empiezas a mirar
a tu alrededor y te das cuenta de que Holanda tiene
molinos de viento, tulipanes, incluso Rembrandts…
Pero todos tus conocidos están ocupados
yendo y viniendo de Italia, presumiendo de los días
maravillosos que han pasado.
Y durante el resto de tu vida, te dirás:
“Sí, ahí es donde se suponía que iba yo.
Eso es lo que yo había planeado.”
Este dolor no desaparecerá nunca, porque la pérdida
de este sueño es una pérdida muy significativa.
Pero si malgastas tu vida lamentado no haber ido
a Italia, nunca podrás ser libre para disfrutar
de lo que es especial. Las cosas encantadoras
que te ofrece Holanda. **

Escrito por Emily Pearl Kingsley,
escritora de Barrio Sésamo,
madre de un niño con Síndrome de Down
.


Superar las dificultades es lo más enriquecedor
que existe.
Pero no deja ser admirable, muy admirable.

Valoramos poco lo que tenemos (salud, hijos sanos,
hijos simplemente...) ... sólo porque lo tenemos.

Es una lástima que se aprenda a valorar desde
la carencia.

Los padres siempre van a Italia y sólo algunos
llegan a Holanda... pero llegan más de los que
pensamos, aunque se vean menos.

Esos padres son un ejemplo de vida, de esperanza,
de tesón y de entrega... una entrega y un amor
sin límite.
Hay que intentar disfrutar día a día del viaje que
te toca hacer y no pensar sólo en lo que te podía
haber tocado o en lo que pueda pasar en tu viaje
sino en disfrutarlo lo más posible, cada minuto,
viendo positivo lo negativo... hasta el punto
de no querer cambiarlo por ningún otro viaje
incluido el de Italia.