martes, agosto 22, 2006

Los desafios

Acepte los desafíos. Y no olvide: existen momentos en la vida en que necesitamos más de la bravura que de la prudencia. Ciertas decisiones necesitan ser tomadas al calor de la emoción.Sin embargo, nos estamos acostumbrando a decir: “Hay que tener calma. Tengo que estar preparado para esto.”Nadie consigue prepararse adecuadamente para nada. Hay muchas cosas que pueden planearse, pero no siempre es lo mejor que la vida puede ofrecernos. Una aventura mágica —donde todo conspira para ayudarnos a dar un gran salto sobre el abismo— siempre aparece de improviso y desaparece con rapidez. Su presencia fue el resultado de un trabajo invisible que realizamos sin darnos cuenta. Es tomarla o dejarla para siempre. Claro que podemos caer al abismo.

¿Pero qué, en esta vida, no implica riesgos?.....

La vejez

Ana Cintra cuenta que su hijo pequeño —con la curiosidad de quien oyó una palabra nueva pero no entendió su significado— le preguntó: “Mamá, ¿qué es vejez?”En una fracción de segundo antes de responder, Ana hizo un verdadero viaje al pasado. Se acordó de los momentos de lucha, de las dificultades, de las decepciones. Sintió todo el peso de la edad y de la responsabilidad sobre sus hombros.Se volvió para mirar al hijo, que —sonriendo— esperaba su respuesta.“Mira mi rostro, hijo,” dijo ella. “Esto es la vejez.”E imaginó al jovencito mirando sus arrugas y la tristeza en sus ojos. Cuál no fue su sorpresa cuando, después de algunos instantes, el niño le dijo: “¡Mamá! ¡Qué bonita es la vejez!”

La victoria

En la época en que trabajaba en el Sahara como piloto de un avión postal, el escritor Saint-Exupéry hizo una colecta entre sus amigos de la base aérea; un empleado marroquí deseaba volver a su ciudad natal. Consiguió juntar mil francos. Uno de los pilotos transportó al empleado hasta Casablanca y cuando volvió contó lo que había sucedido: “No bien llegó, se fue a comer al mejor restaurante, distribuyó generosas propinas, le pagó bebidas a todos. Con el dinero que sobró, compró muñecas para las niñas de su aldea. Este hombre no tiene el menor sentido de la economía.” “Al contrario”, le respondió Saint-Exupéry. “El sabe que la mejor inversión del mundo es la gente. Al gastar de esa manera, consiguió nuevamente ganar el respeto de sus coterráneos, que seguramente le van a dar trabajo. Al final de cuentas, sólo un vencedor puede ser tan generoso.”

Fijar metas altas

Un maestro quería enseñarles una lección especial a sus alumnos, y para ello les dio la oportunidad de escoger entre tres exámenes: uno de cincuenta preguntas, uno de cuarenta y uno de treinta. A los que escogieron el de treinta les puso una “C”, sin importar que hubieran contestado correctamente todas las preguntas. A los que escogieron el de cuarenta les puso una “B”, aun cuando más de la mitad de las respuestas estuviera mal. Y a los que escogieron el de cincuenta les puso una “A”, aunque se hubieran equivocado en casi todas.Como los estudiantes no entendían nada, el maestro les explicó: “Queridos alumnos: permítanme decirles que yo no estaba examinando sus conocimientos, sino su voluntad de apuntar a lo alto”.

"Cuando apuntamos alto, estamos más cerca
de nuestros sueños que si nos conformamos
con pequeños objetivos"

Metodo para achicar la soberbia

La soberbia es una forma particular de incapacidad que suele afectar a gobernantes, directivos y funcionarios, pero tambien a porteros, dirigentes de gremios, empleados publicos y casi todos los pobres mortales que se encuentran de golpe con una escasa cuota de poder.

He aqui un consejo para no caer en la tentacion de la soberbia: dirijase a una zona rural por la ruta que mas le guste, desnudese y espere a que anochezca. Cruce entonces el alambrado - con cuidado de no perder ninguno de los atributos del poder - y camine hasta que sienta que esta en medio de la soledad mas absoluta.

Una vez alli, levante la cabeza al cielo y mire las estrellas. En ese instante, visto desde el espacio, usted debe ser algo asi como un microbio sobre una pelota de futbol.

Piense que esta parado sobre un minusculo planeta que gira alrededor del sol, y que el sol es solo una estrella pequeña entre los millones de estrellas que esta viendo y que forman nuestra galaxia. Recuerde, ademas, que la nuestra es una de millones de galaxias que hace millones de años giran en el espacio.

Una vez que haya hecho esto, ponga los brazos en jarra sobre la cintura, en actitud desafiante, o adopte cualquier otra postura que le parezca adecuada para expresar su inmenso poder, e hinchando las venas del cuello, grite con toda la voz que sea capaz de juntar en ese momento:

"¡Soy verdaderamente poderoso!"

Luego, espere el resultado. Si ve que algunas estrellas se sacuden y titilan, no hay problema:

Es Dios que, a veces, no puede aguantar la risa!!!!!!!

El helado de vainilla......

La historia comienza cuando en una división de coche de la Pontiac de GM de los EUA recibió una curiosa reclamación de un cliente. Y esto es lo que él escribió: "Esta es la segunda vez que les envío una carta y no los culpo por no responder. Puedo parecerles un loco, mas el hecho es que tenemos una tradición en nuestra familia que es el de tomar helado después de cenar. Repetimos este hábito todas las noches, variando apenas el sabor del helado; y yo soy el encargado de ir a comprarlos. Recientemente compre un nuevo Pontiac y desde entonces las idas a la heladería se han transformado en un problema. Siempre que compro helado de vainilla, cuando me dispongo a regresar a casa, el coche no funciona. Si compro cualquier otro sabor, el coche funciona normalmente. Pensarán que estoy realmente loco y no importa que tan tonta pueda parecer mi reclamación, el hecho es que estoy muy molesto con mi Pontiac modelo 99".La carta generó tanta gracia entre el personal de Pontiac que el presidente de la compañía acabó recibiendo una copia de la reclamación. Él decidió tomarlo en serio y mando a un ingeniero a entrevistarse con el autor de la carta. El empleado y el "demandante" fueron juntos a la heladería en el infeliz Pontiac. El ingeniero sugirió sabor vainilla para verificar la reclamación; y el coche efectivamente no funcionó. Un empleado de GM volvió en los días siguientes, a la misma hora, he hizo el mismo trayecto, y solo varió el sabor del helado. Nuevamente el auto solo funcionaba de regreso cuando el sabor elegido no era vainilla. El problema acabó volviéndose una obsesión para el ingeniero, que acabo haciendo experiencias diarias anotando todos los detalles posibles, y después de dos semanas llegó al primer gran descubrimiento: cuando escogía vainilla el comprador gastaba menos tiempo porque ese tipo de helado estaba bien enfrente. Examinando el coche, el ingeniero hace un nuevo descubrimiento: como el tiempo de compra era muy reducido en caso de la vainilla en comparación con el tiempo de otros sabores, el motor no llegaba a enfriar. Con eso, los vapores del combustible no se disipaban, impidiendo que un nuevo arranque del motor fuese instantáneo. A partir de ese episodio, el Pontiac cambió el sistema de alimentación de combustible e introdujo una alteración en todos los modelos a partir de la línea 99. El autor de la reclamación obtuvo un coche nuevo, además del arreglo del que no funcionaba con el helado de vainilla. La GM distribuyó un comunicado interno, exigiendo que sus empleados lleven en serio hasta las reclamaciones mas extrañas, "porque puede ser que una gran innovación, este por detrás de un helado de vainilla", decía el comunicado de GM.


"No hay duda que los verdaderos empresarios no dejan cabo suelto, pues la más mínima diferencia podría ser el factor más importante para algo, o alguien."