miércoles, agosto 23, 2006

Una joya única

Cruzando el desierto, un viajero inglés vio a un árabe muy pensativo, sentado al pie de una palmera. A poca distancia reposaban sus camellos, pesadamente cargados, por lo que el viajero comprendió que se trataba de un mercader de objetos de valor, que iba a vender sus joyas, perfumes y tapices, a alguna ciudad vecina.

Como hacía mucho tiempo que no conversaba con alguien, se aproximó al pensativo mercader diciéndole:

«Buen amigo, ¡salud! pareces muy preocupado. ¿Puedo ayudarte en algo?»

«¡Ay!», respondió el árabe con tristeza, «estoy muy afligido porque acabo de perder la más preciosa de las joyas».

«¡Bah!», respondió el inglés, «la pérdida de una joya no debe ser gran cosa para ti que llevas tesoros sobre tus camellos, y te será fácil reponerla».

«¡¿Reponerla?!... ¡¿Reponerla?!», exclamó el árabe. «Bien se ve que no conoces el valor de mi pérdida».

«¿Qué joya es, pues?», preguntó el viajero.

«Era una joya», le respondió el mercader, «como no volverá a hacerse otra. Estaba tallada en un pedazo de piedra de la Vida y había sido hecha en el taller del Tiempo.

Adornábanla veinticuatro brillantes, alrededor de los cuales se agrupaban sesenta más pequeños. Ya ves que tengo razón al decir que joya igual no podrá reproducirse jamás».

«A fe mía», dijo el inglés, «tu joya debía ser preciosa". Pero, ¿no crees que con mucho dinero pueda hacerse otra igual?»

«La joya perdida», respondió el árabe, volviendo a quedar pensativo,
«era un día, y un día que se pierde ... no vuelve a encontrarse».


Desconozco el autor.

Un angel escribió

Mucha gente caminará dentro y fuera de tu vida, pero solo los buenos amigos dejaran huellas en tu corazón.

Para manejar tu persona, usa tu cabeza. Para manejar a otros usa tu corazón.

La rabia no es mas que peligro llamado de otra forma.

Si alguien te hace daño una vez, es su falta.Si te hace daño dos veces, la falta es tuya.

Las grandes mentes discuten ideas;Las mentes promedio, discuten eventos;Las mentes pequeñas, critican a la gente.

Dios le concede pies a cada ave,pero no se mete en el nido.

Aquel que pierde dinero, pierde mucho;Aquel que pierde un amigo, pierde aun más;Aquel que pierde la fe, lo ha perdido todo.

Las personas jóvenes hermosas son actos de la naturaleza,pero los ancianos hermosos son obras de arte.

Aprende de los errores de otras personas,pues nunca vivirás suficiente para cometer
todos los errores.

La lengua no pesa prácticamente nada,pero muy poca gente puede aguantarla.

Amigos... Tu y yo...Tu me brindaste otro amigo...y entonces fuimos tres...comenzamos a tener nuestro grupo...Nuestro circulo de amigos...y como el circulo... no tiene, principio...No tiene fin.

La vida se gasta

Nos acostumbramos a vivir en departamentos y a no tener otra vista que no sea las ventanas de alrededor.

Y porque no tiene vista, luego nos acostumbramos a no mirar para afuera.

Y porque no miramos para afuera, luego nos acostumbramos a no abrir del todo las cortinas.

Y porque no abrimos del todo las cortinas luego nos acostumbramos a encender mas temprano la luz.

Y a medida que nos acostumbramos, olvidamos el sol, olvidamos el aire, olvidamos la amplitud.

Nos acostumbramos a despertar sobresaltados porque se nos hizo tarde.

A tomar café corriendo porque estamos atrasados.

A leer el diario en el ómnibus porque no podemos perder tiempo.

A comer un sandwich porque no da tiempo para almorzar.

A salir del trabajo porque ya es la noche.

A dormir en el ómnibus porque estamos cansados.

A cenar rápido y dormir pesados sin haber vivido el día.

Nos acostumbramos a esperar el día entero y oír en el teléfono: "hoy no puedo ir". "A ver cuando nos vemos" "La semana que viene nos juntamos".

A sonreír a las personas sin recibir una sonrisa de vuelta.

A ser ignorados cuando precisábamos tanto ser vistos.

Si el cine esta lleno nos sentamos en la primera fila y torcemos un poco el cuello.

Si el trabajo esta complicado, nos consolamos pensando en el fin de semana.

Y si el fin de semana no hay mucho que hacer, o andamos cortos de guita, nos vamos a dormir temprano y listo, porque siempre tenemos sueño atrasado.

Nos acostumbramos a ahorrar vida.

Que, de a poco, igual se gasta y que una vez gastada, por estar acostumbrados, nos perdimos de vivir.

ALGUIEN DIJO, "LA MUERTE ESTA TAN SEGURA DE SU
VICTORIA, QUE NOS DA TODA UNA VIDA DE VENTAJA"
Disfrutemos...

Anónimo

Ser fuerte


Dedicado a Madurez, porque sabe ser
FUERTE y SENSIBLE dos de las
cualidades que más admiro.



Ser fuerte es amar a alguien en silencio.

Ser fuerte es irradiar felicidad cuando se es infeliz.

Ser fuerte es intentar perdonar a alguien a quien nos cuesta perdonar.

Ser fuerte es esperar cuando no se cree en el retorno.

Ser fuerte es mantenerse en calma en momentos de desesperación

Ser fuerte es demostrar alegría cuando no se siente.

Ser fuerte es sonreír cuando se desea llorar.

Ser fuerte es hacer a alguien feliz cuando se tiene el corazón hecho pedazos.

Ser fuerte es callar cuando lo ideal sería gritar a todos su angustia.

Ser fuerte es consolar cuando se precisa de consuelo.

Ser fuerte es elogiar cuando se desea maldecir.

Ser fuerte es tener fe en aquello que no se cree.

Por eso, por más difícil que tu vida pueda parecer:

Ámala y sé Fuerte!



Un besito muy fuerte.

Un gran cambio.........

Se ha producido un gran cambio en mi ética personal.
Quien se presente en mi vida pretendiendo controlar o juzgar
será repelido por mi energía emocional.
Ya no siento la necesidad de demostrar algo
o de dar cuenta de mis creencias.
He superado la obsesión de convencer a las personas
sobre la verdad de mi posición o de situarme
en el polo opuesto de su punto de vista.
Irradio un tranquilo sentido de lo que soy,
respetuoso con la manera de ser de los demás.

Wayne Dyer

Los cien dias del plebeyo








Un cuento para reflexionar....









Una bella princesa estaba buscando consorte; nobles y ricos pretendientes llegaban de todas partes con maravillosos regalos: joyas, tierras, ejércitos, tronos.

Entre los candidatos se encontraba un joven plebeyo que no tenía más riquezas que el amor y la perseverancia. Cuando le llegó el momento de hablar, dijo:

-Princesa, te he amado toda la vida. Como soy un hombre pobre y no tengo tesoros para darte, te ofrezco mi sacrificio como prueba de amor. Estaré cien días sentado bajo tu ventana, sin más alimentos que la lluvia y sin más ropas que las que llevo puestas. Esa será mi dote.

La princesa, conmovida por semejante gesto de amor, decidió aceptar:

-Tendrás tu oportunidad: si pasas esa prueba, me desposarás.

Así pasaron las horas y los días. El pretendiente permaneció afuera del palacio, soportando el sol, los vientos, la nieve y las noches heladas. Sin pestañear, con la vista fija en el balcón de su amada, el valiente súbdito siguió firme en su empeño sin desfallecer un momento.

De vez en cuando la cortina de la ventana real dejaba traslucir la esbelta figura de la princesa, que con un noble gesto y una sonrisa aprobaba la faena. Todo iba a las mil maravillas, se hicieron apuestas y algunos optimistas comenzaron a planear los festejos.

Al llegar al día noventa y nueve, los pobladores de la zona salieron a animar al próximo monarca. Todo era alegría y jolgorio, pero cuando faltaba una hora para cumplirse el plazo, ante la mirada atónita de los asistentes y la perplejidad de la princesa, el joven se levantó y, sin dar explicación alguna, se alejó lentamente del lugar donde había permanecido cien días.

Unas semanas después, un niño de la comarca lo alcanzó y le preguntó a quemarropa:

-¿Qué te ocurrió? Estabas a un paso de lograr la meta, ¿por qué perdiste esa oportunidad? ¿Por qué te retiraste?

Con profunda consternación y lágrimas mal disimuladas, el plebeyo contestó en voz baja:

-La princesa no me ahorró ni un día de sufrimiento, ni siquiera una hora. No merecía mi amor.

Walter Riso


"Cuando estamos dispuestos a dar
lo mejor de nosotros mismos
como prueba de afecto o lealtad,
incluso a riesgo de perder
nuestra dignidad,
merecemos al menos
una palabra de comprensión o estímulo.
Las personas tienen que hacerse merecedoras
del amor que se les ofrece."



El merecimiento no siempre es egolatría sino dignidad. Cuando damos lo mejor de nosotros mismos a otra persona, cuando decidimos compartir la vida, cuando abrimos nuestro corazón de par en par y desnudamos el alma hasta él ultimo rincón, cuando perdemos la vergüenza, cuando los secretos dejan de serlo, al menos merecemos comprensión. Que se menosprecie, ignore, olvide o desconozca fríamente el amor que regalamos a manos llenas es desconsideración o, en el mejor de los casos, desinterés o ligereza.


Cuando amamos a alguien que además de no correspondernos desprecia nuestro amor y nos hiere, estamos en el lugar equivocado. Esa persona NO se hace merecedora del afecto que le prodigamos.


Retirarse a tiempo con la satisfacción de haber dado lo mejor de nosotros mismos no tiene precio!!!!

Verguenza de ser honesto.


De tanto ver triunfar las nulidades, de tanto ver crecer la injusticia, de tanto ver agigantarse los poderes en las manos de los malos, el hombre llega a desanimarse de la virtud, a reírse de la honra, a tener vergüenza de ser honesto .

El soldado amigo.

"Mi amigo no ha regresado del Campo de Batalla, señor. Solicito permiso para ir a buscarlo" , dijo un soldado a su teniente.

"Permiso denegado", replicó el oficial, "no quiero que arriesgue usted su vida por un hombre que probablemente ha muerto".

El soldado, no haciendo caso a la prohibición, salió y una hora más tarde regresó mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo.

El oficial estaba furioso : "Ya le dije yo que habría muerto!. Dígame: ¿merecía la pena ir allá para traer un cadáver?"

Y el soldado, moribundo, respondió: "Claro que sí, señor!.

Cuando lo encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme : "¡Estaba seguro que vendrías!"

"Un amigo es aquel que llega cuando todo el mundo se ha ido."

La perfección de Dios.

Un relato sobre como es posible ver la mano de Dios en los dolores y dificultades.

En Brooklyn, Nueva York, existe una escuela para niños que tienen lento aprendizaje. Algunos niños pasan ahí el resto de su vida escolar, mientras otros pueden ser enviados a otras escuelas convencionales. En una cena del personal de la escuela, estaba el padre de uno de estos niños preparando un discurso. Después de la cena todo el personal puso atención en lo que el padre iba a pronunciar. El padre dijo:

- "¿Dónde esta la perfección en mi hijo Shaya? Todo lo que Dios hace esta hecho a la perfección. Pero mi niño no puede entender cosas que otros niños entienden. Mi niño no puede recordar hechos y figuras que otros niños recuerdan. ¿Dónde esta la perfección de Dios?"
La audiencia quedó sorprendida ante esta pregunta, sobre todo viendo la cara angustiada del padre y murmurando entre ellos.

- "Yo creo", continuó el padre, "que cuando Dios brinda un niño así al mundo, su perfección se muestra en la forma de reaccionar de la gente ante estos niños".

Y procedió a contar la siguiente historia acerca de su hijo Shaya.

Una tarde Shaya y su padre caminaban en el parque donde algunos niños estaban jugando béisbol.

- "¿Crees que ellos me dejarán jugar?", preguntó Shaya

El padre de Shaya sabía que su hijo no era para nada un atleta y que los niños no lo querrían a él en su equipo. Pero el papá de Shaya entendió que su hijo había escogido jugar béisbol porque le daba una confortable idea de pertenecer a un grupo de niños "normales".

El padre de Shaya llamó a uno de los niños en el campo y preguntó si su hijo podía jugar. El chico miró a sus compañeros de equipo. No obteniendo respuesta de sus compañeros, el chiquillo tomó la decisión por sí mismo y dijo:

- "Estamos perdiendo por 6 carreras y el juego esta en la octava carrera. Yo creo que él puede estar en nuestro equipo y nosotros trataremos de colocarlo en el bate en la novena carrera".

El padre de Shaya estaba atónito ante la respuesta del niño y Shaya sonrió satisfactoriamente. Shaya sólo quería que lo pusieran en una base y así dejaría de jugar en corto tiempo justo al final de la octava carrera; pero los niños hicieron caso omiso a lo que Shaya decía, el juego se estaba poniendo bueno, el equipo de Shaya anotó de nuevo y ahora estaba con dos "outs" y las bases llenas con el mejor jugador de todos corriendo a base, y Shaya estaba preparado para empezar.

¿Pondría el equipo realmente a Shaya en el bate y dejar así ir la oportunidad de ganar el juego? Sorpresivamente, Shaya estaba tomando el bate. Todos pensaron que todo había terminado, porque Shaya no sabía ni siquiera cómo tomar el bate apropiadamente. De cualquier forma, cuando Shaya estaba parado en el plato, el "pitcher" se movió algunos pasos para lanzar la pelota suavemente para que Shaya pudiera al menos hacer contacto con ella. La primera bola venía y Shaya falló. Uno de sus compañeros de equipo se acercó a Shaya y juntos tomaron el bate y encararon al "pitcher" esperando por la siguiente bola. El "pitcher" volvió a dar unos pasos para lanzarle suavemente la pelota. Cuando el "pitcher" lanzó, Shaya y su compañero tomaron el bate, y juntos dieron un golpe lento a la pelota que regresó inmediatamente a manos del pitcher.

El pitcher tomó la pelota y podía fácilmente lanzarla a primera base, "ponchando" a Shaya para que terminara rápidamente de jugar quedando fuera.

Sin embargo, el "pitcher" tomó la pelota y la lanzó lo más lejos que pudo de primera base. Todos empezaron a gritar:

- "¡Shaya corre a primera, Corre a primera!" Nunca en su vida Shaya había corrido a primera base.

Al tiempo que corría a primera base, el oponente tenia la bola en sus manos. El muchacho podía lanzar la bola a la persona de la segunda base y dejar fuera a Shaya que estaba todavía corriendo, pero el oponente entendió las intenciones del "pitcher" y lanzó la bola lo más alto y lejos de la segunda base. Todos gritaron:

- "¡Corre a segunda, corre a segunda!"

Shaya corrió a segunda base y los demás corredores junto con el corrían y le daban ánimos para que continuara su carrera a segunda. Cuando Shaya tocó la segunda base, otro muchacho del equipo contrario le mostró la dirección de la tercera base y gritó:

- "¡Corre a tercera!"

Conforme corría a tercera, los niños de los dos equipos ya estaban corriendo junto a él gritando todos a una sola voz: -

"¡Shaya corre a cuarta!"

Shaya corrió a cuarta y paró justo en el plato de "home" donde todos los 18 niños lo alzaron en sus hombros como un héroe, mientras él disfrutaba como nunca el apoyo de los muchachos.

- "Aquel día", -concluyó el padre de Shaya suavemente, con lágrimas rodando por sus mejillas- aquellos 18 niños mostraron con un gran nivel la perfección de Dios"

Dar para recibir.

Pensando en ese usuario que ya no es tan anónimo......


Había una vez una árabe llamado Beremis Samir, que hacía cualquier cosa con los números.Iba un día de viaje cuando halló, a mitad de su camino, a tres hombres que discutían acaloradamente frente a un lote de camellos...Y al detenerse Beremis Samir y preguntarles el motivo del entredicho, uno de los alegadores le respondió lo siguiente: "Somos hermanos y recibimos estos 35 camellos como herencia de nuestro padre, que acaba de fallecer. Yo, porque soy el mayor, debo quedarme, conforme a la voluntad del finado, con la mitad de los 35 camellos. Este, que es el segundo, debe recibir la tercera parte. Y aquel, que es el menor, la parte novena de los treinta y cinco camellos".Y dijo otro de los hermanos: "Pero es imposible hallar la mitad exacta y aún, la tercera y la novena partes de treinta y cinco!"Beremis Samir pensó un instante y, luego, desmontando de su propio camello, lo agregó al lote de los que heredaron los hermanos. Y dijo: "Agregando mi camello a los vuestros, hacen treinta y seis".Los otros se quedaron sorprendidos por la generosa actitud del viandante, pero aguardaron callados a que la esclareciera. Y así lo hizo, en efecto, Beremis Samir."Agregando mi camello a los vuestros, hacen treinta y seis. De modo que... toma tú la mitad que te corresponde".Separó Beremis para el mayor de los hermanos la mitad de 36, o sea, 18 camellos.Volviéndose, enseguida, al hermano segundo, prosiguió: "Tú debías recibir la tercera parte. Siendo treinta y cinco camellos, no habría sido posible que la recibieras, pues la tercera parte de treinta y cinco son once y pico. Y los camellos no tienen pico. Pero ahora, siendo, con el mío que agregué a los vuestros, treinta y seis...:ten. Ahí van tus doce camellos: la tercera parte exacta de treinta y seis, como ves".Quedaba por satisfacer al hermano menor: "A ti, según el testamento de tu padre, te correspondía la novena parte del lote. La novena parte de treinta y seis son cuatro. Toma tus cuatro camellos".Y el menor de los hermanos los tomó, muy contento. Entonces, Beremis Samir sumó lo que había repartido y dijo: "Pues que has recibido dieciocho camellos tú, doce y cuatro el niño, aún habiendo recibido cada uno más de lo que les hubiese correspondidole ser sólo treinta y cinco camellos... sumemos: 18 más 12 son 30. Más 4, 34. Quiere decir que de los treinta y seis camellos, sobran dos. Uno es el que yo puse. Y el otro, el que me corresponde por haberos hecho lograr una participación favorable para todos".Y Beremis Samir dejó a todos los hermanos contentos y, montando en su camello nuevamente, se fue con el otro camello de tiro.

La moraleja que se descubre en este cuento
es que todo cuanto damos a otros se entrega
a título provisional, porque siempre
la vida nos lo devuelve con creces.
Si los egoístas supieran las ventajas
que reporta la generosidad,
serían generosos por puro egoísmo.