lunes, octubre 22, 2007

Meditación breve


Una de las maravillas que nos sucede
a cada instante es la vida.
Sin embargo, hemos perdido
la capacidad de maravillarnos,
de abrir enormes los ojos
cuando contemplamos un amanecer...
o el vuelo de una mariposa...
o una tormenta...
o el movimiento rítmico del mar...
o un árbol reverdeciendo...
Cada día, es una bendición
que se nos da gratuitamente...
y la única obligación que se nos exige
es ser felices...
Hoy deténganse...
y miren el atardecer
o la luna que mengua rodeada de luceros...
o el amanecer...
permítanse sentir el soplo de la brisa en la cara...
y admiren la brillantez de los retoños en los árboles.
Llénense las pupilas de vida...
Y disfrútenla plenamente.

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