jueves, febrero 08, 2007

Perdoname....por favor.


Perdóname, por favor, cuando hago un espectáculo

provocado por la mucha duda en mí mismo.


Perdóname, por favor, por mi silencio y por molestarme

demasiado por la bulla de otro.


Perdóname, por favor, cuando grito y me quejo,

cuando hablo demasiado o cuando airado, maldigo.


Perdóname, por favor, por amar cosas, por chismear y

lamentarme porque no somos iguales.


Perdóname, por favor, cuando no te perdono; Dios dice

que eso está mal si deseamos vivir bien.


Perdóname, por favor, cuando alardeo; quiero que sepas

que se trata de sentimientos de inferioridad.


Perdóname, por favor, por lastimarte: las palabras

te roban el gozo y luego destrozan mi corazón.


Perdóname, por favor, cuando me preocupo

y hago berrinches de ser humano; no te disgustes.


Perdóname, por favor, cuando actúo como si fuese

mejor que tú, porque en realidad es tan solo una actuación

y tú lo sabes.


Perdóname, por favor, cuando detesto lo que no soy;

sólo ora por mí que eso significará mucho.


Perdóname, por favor, cuando traigo mi pasado y te hago pagar

por lo que otro hizo ayer.


Perdóname, por favor, mientras pido tu perdón; porque

tú también lo necesitarás si no quieres que tu corazón

se endurezca.


Pero sobre todas las cosas, necesito el toque perdonador

de Dios y saber que soy Su hijo…

eso significa mucho.


Brian G. Jett

2 comentarios:

Camilo dijo...

Dulce. Nos pasamos el día pidiendo perdon y no nos damos cuenta de que ya estamos perdonados. Si yo fuera creyente podría decir que la visión de esta tierra en la que vivimos es la muestra de que estamos perdonados. Pero no me gusta hablar de perdón porque va unido a la culpa. Y lo de la culpa lo llevo mal. Me pasé la adolescencia redeado de culpas y me cansé hace mucho. Prefiero decir que he cometido errores y que intento compensar la balanza con posibles aciertos. Pero culpa y perdón, nunca más. Soy un hombre libre. Tan libre como mi cuerpo me permite, que ya no estoy ni pa jugar al futbol, je, je. Un beso.

pensando con el corazon dijo...

El mejor perdón, el realmente sincero, es el que nos hacemos a nosotros mismos.. A veces pido perdón, por algo que hice y no me gusté en absoluto, y entonces entiendo que no me perdoné bien, por eso necesito que los demás lo hagan primero...ES DIFICIL!!!

Sarsillo