lunes, agosto 21, 2006

En los confines del alma


En los confines del alma como un oscuro secreto,
hay una extraña nostalgia que se disipa entre sueños.

Como un espacio vacío, como un sombrío desierto,
como una puerta cerrada de algún perdido desvan del tiempo.

En los confines del alma entre cajones revueltos,
entre montones de cartas llenas de polvo y misterio.

Cubiertos por el olvido, vencidos por el destierro,
vagando amores perdidos, seres queridos que no volvieron,

Y en los confines del alma, y entre la niebla del tiempo,
entre ilusiones gastadas, entre canciones y besos
vagan momentos vividos y algunos que no lo fueron,

Enredados y escondidos en el perdido desván del tiempo.

En los confines del alma hay una llama encendida.

Hay una voz que me llama hacia otra forma de vida,
hacia ese sueño lejano que se esfuma en el olvido
que se me escapó entre las manos mientras andabamos
el camino.

En los confines del alma se junta el dia y la noche.

Se funde el fuego y el agua, el alago y el reproche.

Se mezclan los desengaños con días de vino y rosas.

Entre el ocaso y el alba se llena el alma de mariposas.

Y en los confines del alma, y entre la niebla del tiempo,
entre ilusiones gastadas, entre canciones y besos
vagan momentos vividos y algunos que no lo fueron.

Enredados y escondidos en el perdido desván del tiempo.

Y en los confines del alma, y entre la niebla del tiempo,
entre ilusiones gastadas, entre canciones y besos
vagan momentos vividos y algunos que no lofueron.

Enredados y escondidos en el perdido desván del tiempo.


Jose Manuel Soto ( Lástima de tanto amor)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonito... si señora

El otro día cuando te escribí no sabía quién eras, pero más tarde, un pajarito me dijo que eras la hermana de una persona a la que aprecio mucho. Fijate, que yo sabia de tu existencia, pero no podía imaginarme que eras Dulce, la chica que escribe este blog..
Después de esto, debo presentarme: me llamo Ana, (No tengo nombre de "guerra") y estoy encantada de leer tus comentario, por eso te envio uno que he encontrado, y que creo, te gustará

Saludos y hasta pronto

EL REGALO DE DAR
La anciana campesina caminaba lentamente,
cargando con dificultad un atado de leña
para alimentar una hoguera en la que cocinaba.
Su rancho era un pedazo de techo caído sobre una pared,
formando un espacio triangular dentro de éste.
Un joven juez que en su tiempo libre paseaba por el campo,
se encontró con ella y conmovido por la edad
y las condiciones en las que vivía la humilde mujer,
decidió buscar la manera de ayudarla.
La señora hablaba en forma alegre y determinada,
le contó al juez que comía de lo que crecía en la granja,
que tenía algunas gallinas y una vaca que le producían
lo indispensable.
No había tonos de queja ni de carencia
en la conversación de la anciana, todo lo contrario,
sus palabras estaban plenas de gratitud y esperanza.
Después de haber conversado un buen rato,
el juez le preguntó a la campesina:
-Disculpe señora, ¿hay alguna forma en la que la pueda ayudar?
¿Tal vez ropa, o medicinas?
Si en algo puedo colaborarle solo dígame y
con gusto haré lo que pueda.
La anciana guardó silencio por un momento,
y finalmente respondió:
-Muchas gracias, en realidad no necesito nada para mí,
pero sí para el viejito.
-¿El viejito?-, preguntó el juez.
-Sí -continuó la señora-, está muy enfermo,
está adentro en la casa, ya no se puede ni parar,
tiene muchos dolores,
me toca hacerle todo porque el pobre no puede ni moverse.
-¿Y qué tiene su esposo?- replicó el juez, sorprendido.
-No es mi esposo -respondió la anciana-,
es un viejito que encontré desamparado
y ¿cómo lo iba a dejar solito?
Por eso desde hace como dos años que lo estoy cuidando.
Nadie es tan pobre que no pueda dar,
nadie es tan rico que no necesite recibir.

º*ºDulceº*º dijo...

Me ha gustado muchísimo la
historia!!!!!!!!!!

Tengo curiosidad quien puede ser
ese pajarito que te ha dicho
quien soy. Creo que casi nadie
sabe realmente quien es la
autora de este Blog. Y casi prefiero que siga asi....
Me gusta que me conozcan simplemente como Dulce.


Hasta pronto.